Relación por convención o por convicción…
Hace tiempo escribía sobre las relaciones por convención que básicamente están basadas en el Ego, el status, en seguir siendo quien uno cree que es: la repetición de las historias familiares, el maltrato, la falta de responsabilidad sobre nuestros deseos más profundos, pero ahora tan cerca del día del amor es momento para ahondar en que es una relación por convicción, una relación con alma.
El primer paso es saber qué es lo que nuestra alma busca en una relación, porque el alma es contraria al Ego así que ella tiende a buscar lo novedoso, la libertad, el gozo, la expansión…
El alma siempre busca crecer, evolucionar y volverse cada vez más sí misma, volver a Dios y ese retorno es recordar cual es nuestra misión en la tierra, nuestra divinidad… Una relación con alma es aquella que nos lleva más allá de quienes somos, es aquella que nos cuestiona y nos hace crecer. Una relación con alma es con alguien que te mira, es tu par, tu socio y te ama por todo lo que eres, que no pretende cambiarte, es un espacio donde uno es como es, con sus claros y sus obscuros y aún en el lado obscuro el otro puede ver tu luz, tu gracia, tu divinidad y tu perfección
Una relación por convicción es saber, desde el alma, que ese ser con quien me encuentro es perfecto para mí, pues no deseo que se convierta en alguien más, no deseo que me vea o me apoye de tal o cual manera porque ambos sabemos que es LA relación perfecta para nosotros.
Todas las relaciones están hechas en el cielo… como bien dice el dicho: ¡matrimonio y mortaja del cielo bajan! Todas las relaciones nos ayudan a crecer, pero una relación con alma y por convicción es saber que eso que vives con el otro es un designio y esta relación es para solo nosotros, luego solo hay que soltarse a ella porque allí es donde salen alas para volar
